27 febrero 2013

Cuando las líneas aéreas convierten momentos tediosos en una experiencia

Uno de los sectores donde el producto tiene peor imagen entre los consumidores es el de las líneas aéreas, quizás derivado de las constantes huelgas en fechas clave, desventaja ante el tren por retrasos, quiebras inesperadas o, sencillamente, paulatino recorte de servicios al pasajero derivado del fenómeno low cost.
 
Añadamos a este cóctel momentos de espera tediosos como el embarque, la recogida de maletas o incluso el clásico discurso de seguridad.
 
En este ambiente, ¿es posible que una línea aérea pueda mejorar su imagen?¿Puede el cliente tener una experiencia positiva?
 
Spanair (lamentablemente ya desaparecida) sorprendió a los clientes de un vuelo entre Barcelona y Canarias en la noche más familiar del año: el 24 de diciembre.


KLM por su parte realizó una campaña basada en el poder de las redes sociales. Realmente da un poco de miedo pensar hasta qué punto estamos expuestos a la publicidad con la actividad en las mismas, pero es innegable la efectividad de las campañas.




Air New Zealand por su parte hace un guiño a su país y aprovechó el estreno de El Hobbit para capturar la atención de los viajeros:


¿Imaginas una sesión a 10.000m con David Guetta como protagonista? Vueling lo consigue con la campaña Fly me, I`m famous:


Aunque si tienes un gusto más cañí, también puedes encontrarte con una jam session improvisada de Cristina Hoyos...


Y por qué no disfrutar de un agradable desfile de lencería, seguro que los ejecutivos se replantearían los horarios y la compañía de tener esta experiencia... así lo entienden la compañía Boliviana de Aviación:


En definitiva, ideas originales para lograr captar la atención del usuario, fidelizarlo o simplemente recompensarlo.

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