Vivimos tiempos convulsos, donde el egoísmo, las preocupaciones banales o la falta absoluta de valores acechan a la más mínima oportunidad. Y sin embargo, en la vorágine del día a día que nos come, no paramos a reflexionar en que quizás nuestros problemas quizás no tienen sentido. Que hay cosas verdaderamente importantes, y sólo cuando nos las muestran, aparece nuestro lado más humano y solidario.
Es ahí donde una campaña de marketing puede lograr lo que a veces es imposible: la movilización y sensibilización. Y ojo, para mi es fundamental la forma de contarlo y el estilo, ya que caer en el clásico error de la "lástima por lo ajeno" puede tener incluso un efecto contrario.
Aquí tenemos varias campañas espectaculares por cómo nos despiertan nuestra conciencia y nos hace partícipes de una realidad desde la reflexión, el cariño, la simpatía o simplemente, la cruda verdad.
Ejemplo 1: Supongo que en muchas ocasiones habréis pensado: menuda tontería eso de "hoy es el día de...". La única finalidad es que durante 1 o 2 minutos los telediarios lo reflejen entre un mar de noticias diversas. Su impacto queda diluido. Pero, ¿y si se hiciera algo en esos días que realmente lo tuviera?
La siguiente campaña se hizo en Italia con motivo del día del Síndrome de Down:
Ejemplo 2: una de las lacras de nuestra sociedad, que ataca sin piedad a miles de personas sin importar su sexo, edad o condición social. ¿Cómo concienciarnos de lo que puede llegar a sentir esa persona que es como tú y como yo? Gram campaña de la iniciativa Regala Memoria.
Ejemplo 3: la concienciación sobre el medio ambiente. Más allá de las agresivas iniciativas de asociaciones como Greenpeace (otro estilo y gran efectividad), es posible concienciar a la sociedad de un grave problema:
Ejemplo 4: la desnutrición. Años y años viendo lamentables imágenes en la televisión sobre la población infantil en África, famosos visitando dichas poblaciones...en resumen: penuria y dolor.
¿Y si fueran los niños con una sonrisa quienes nos incitaran a actuar? la ONG Acción Contra el Hambre apuesta por una campaña blanca en un tema tan delicado (por cierto, otra magnífica campaña de Shackelton).
En resumen, el marketing tiene el suficiente poder como para activar a la sociedad en campañas de sensibilización de diversas maneras, aunque apuesto claramente por aquellas en que te hacen reflexionar, pensar y de una manera amable.
¿Qué pensáis?
No hay comentarios:
Publicar un comentario